La Panadería de Chueca

La Panadería de Chueca

miércoles, 22 de mayo de 2013

Pan de MAÍZ, todo un dechado de virtudes

Desde los incas, que lo consideraban un alimento sagrado por sus amplias propiedades nutricionales, hasta la actualidad, el maíz ha ido ganando importancia en nuestra dieta debido a que contiene una amplia variedad de nutrientes básicos para nuestro organismo.

Con el grano se elabora harina, aceite y sirve de base para todo tipo de platos (¡quién no ha comido alguna vez palomitas de maíz o tortitas!); la barba o pelos de la mazorca del maíz son utilizados para ayudar a limpiar las vías urinarias, eliminando líquidos y combatiendo la hinchazón...

Mazorca de maíz


Propiedades del maíz

Sorprendentemente, este cereal contiene una lista interminable de propiedades nutricionales que hacen que tomarlo sea muy beneficioso para nuestro organismo. Veamos cómo...

- No contiene gluten, por lo que es muy indicado para los intolerantes a esta glicoproteína, presente en otros cereales como el trigo.

- Tiene propiedades diuréticas y un alto contenido en fibra que favorece la digestión y el tránsito intestinal.

- La abundancia de yodo que se puede encontrar en este cereal es beneficiosa para nuestro metabolismo, regulando nuestro nivel de energía y el correcto funcionamiento de las células.

- Por su bajo nivel de sodio, el tomar la harina de maíz es beneficioso para quienes padecen hipertensión o hipercolesterolemia.

- Y hay más: es rico en vitaminas B y E, potasio, hierro, fósforo, yodo... y en betacaroteno, un potente antioxidante.

Pan de maíz de La Panadería de Chueca

El pan de maíz

Como su nombre indica, está elaborado con harina de maíz, que al igual que el arroz no contiene gluten, por lo que un pan elaborado con harina de maíz al 100% está indicado para celíacos y personas con intolerancia a esa glicoproteína; se trataría de las tortitas de maíz, por ejemplo, base de burritos mexicanos o de arepas.

Para que la harina de maíz se pueda amasar y se le pueda dar forma de pan, se suele añadir una cantidad mínima de harina de trigo o de otro cereal a la masa, aunque el pan resultante no pierde ese sabor tan característico propio del maíz.